NUESTRA HISTORIA

Serigrafía de la Gringa inició en 2008 cuando Ashley Williams, su fundadora, visitó a su vecina Leslie, injustamente sentenciada a 25 años de prisión en la cárcel de Santa Teresa. Durante su visita, las privadas de libertad le pidieron una oportunidad para trabajar, ya que necesitaban mantener a sus familias y evitar que sus hijos fueran llevados a hogares estatales, donde enfrentaban altos riesgos de abuso. Sin dudarlo, Ashley dijo: “Sí, hagámoslo”.

Sin experiencia previa en serigrafía, Ashley y las privadas de libertad aprendieron juntas a través de videos descargados de YouTube. Con un primer equipo financiado por su tío y mucho esfuerzo, lograron que el proyecto creciera y fuera reconocido como un emprendimiento social que ha transformado vidas tanto dentro como fuera de las prisiones de Guatemala.

Una nueva etapa: del encierro a la libertad

A pesar del éxito y el impacto social generado, el trabajo dentro de las cárceles se volvió insostenible debido a la creciente corrupción y acoso de las autoridades. En 2021, tras enfrentar graves riesgos para su seguridad y la de sus colaboradores, Ashley tomó la difícil decisión de mover las operaciones fuera de las prisiones y enfocarse en la reintegración de personas post-incarceladas. Actualmente, Serigrafía de la Gringa emplea a 23 personas post-incarceladas y continúa comprometida con su misión de generar segundas oportunidades reales.

EL CICLO VICIOSO DE LA VIOLENCIA EN GUATEMALA

Guatemala enfrenta una crisis social y económica profunda, con altos índices de pobreza y desigualdad. De acuerdo con cifras del PNUD:

62.4% de la población vive en pobreza media, con ingresos de apenas US$2 al día.

29.6% vive en pobreza extrema.

3.6% vive en pobreza severa.

NUESTRA MISIÓN

En Serigrafía de la Gringa buscamos interrumpir este ciclo de violencia ofreciendo empleo digno y capacitación a personas post-incarceladas. Creemos que al brindarles una oportunidad real de superación, podemos construir comunidades más seguras y justas.

Nuestros resultados hablan por sí solos:

  • 0% de reincidencia en nuestros beneficiarios, en comparación con el 80% de reincidencia a nivel nacional.
  • Pagamos cuatro veces más que el promedio de ganancia percibida por extorsiones, demostrando que el trabajo digno es una alternativa real y efectiva.

Gracias a todos los que creen en nuestra misión y apoyan este proyecto. Juntos, estamos construyendo un futuro mejor para Guatemala.